Él te conoce!

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¡Hola querido vecino!

Voy a compartir algo extraordinario contigo: 

¡Dios sabe todo sobre ti! 

Jeremías 1:5: “Antes de formarte en el vientre te conocí, y antes de que nacieras te consagré”.

Salmo 139:14-16: “Te alabo porque soy una creación admirable. ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!  Mis huesos no te fueron desconocidos cuando en lo más recóndito era yo formado, cuando en lo más profundo de la tierra era yo entretejido. Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos”.

La importancia de que Dios nos conozca

Lo primero que se nos viene a la mente cuando nos damos cuenta de que Dios nos conoce  por completo es que no hay absolutamente nada que podamos ocultarle.  El Señor conoce todos nuestros anhelos, miedos, deseos, sueños y mucho más de lo que sabemos sobre nosotros mismos. Conoce plenamente nuestras fortalezas y debilidades.  Al estar fuera del tiempo, Dios nos ve desde el momento en que nacimos, cuando fuimos concebidos en el vientre de nuestra madre, todas las etapas y hitos de nuestra vida, nuestros fracasos y éxitos, e incluso conoce nuestro último día en la tierra.

Debemos ser completamente transparentes con Él e incluso conversar y orar con Él acerca de cualquier cosa.

Una relación personal con Él 

Cuando un paciente que he tratado durante un tiempo se siente cómodo conmigo, me revela cosas que ni siquiera comparte con sus pastores, sacerdotes, o aun su pareja.. Muchos pacientes han derramado lágrimas, llorado, bromeado, etc. conmigo.  Me siento honrado de estar en tal posición y agradezco al Señor por este llamado de ser sanador.  A veces me sorprende que incluso los pacientes nuevos que vienen por asuntos urgentes me permitan examinar partes específicas de sus cuerpos y aplicar inyecciones o usar un bisturí en ellos a pesar de ser la primera vez que me ven.

Cuando tenemos un buen amigo, también nos abrimos con él o ella.  Y creo firmemente que debería ser igual con el Señor. Deberíamos ser capaces de abrirnos a Él con todas nuestras preocupaciones y orar acerca de cualquier cosa.  Él conoce nuestros pensamientos más profundos, preocupaciones, ansiedades, sueños y esperanzas.  Por lo tanto, debemos ser alentados por nuestro Dios omnisciente cuando hablamos y oramos con Él, sabiendo que nos escucha.

Responsabilidad 

Permíteme compartir contigo un punto importante: porque sabemos que Él sabe todo acerca de nosotros y nos vigila, debemos ser cuidadosos en todas nuestras decisiones y acciones, no solo en nuestro comportamiento externo, sino también en nuestros pensamientos e intenciones más internos.

Espero que tengamos un corazón puro cuando hagamos el bien sin que nadie nos vea, cuando diezmemos en secreto, ayunemos y oremos en secreto.

Guía divina 

Para aquellos de nosotros que creemos en un Dios así y lo tenemos en nuestro espíritu, debería haber una firme convicción de que nuestras vidas están llenas de significado y con un sentido de dirección. Él nos guía para tomar las mejores decisiones. Él promete estar siempre con nosotros y nunca abandonarnos: “Sé fuerte y valiente. No tengas miedo ni te desanimes porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas” (Deuteronomio 31:6).

¿Cometiste un error o fallaste en esto o aquello? Solo espera. Mañana será un nuevo día. Incluso cuando cometemos errores, Él sigue estando con nosotros. “Y sabemos que en todas las cosas Dios obra para el bien de quienes lo aman, de quienes han sido llamados según su propósito” (Romanos 8:28).

Un propósito mayor 

Aunque nos sintamos pequeños sabiendo que Dios también conoce y se preocupa por las vidas de millones de otros creyentes como nosotros, debemos darnos cuenta de que somos parte de algo eterno y más grande que nosotros mismos. Te animo a declarar lo siguiente: “Gracias, Señor. Soy parte de Tu  propósito.  Soy miembro del Cuerpo de Cristo, y te preocupas profundamente por mí y por todos mis hermanos y hermanas en la Tierra”.

Estoy seguro de que hay otros puntos de importancia, incluso preciosos, sobre la importancia de que Dios conozca absolutamente todo sobre nosotros. Alabado sea el Señor por amarnos y preocuparse tanto por nosotros que dio a su Hijo por nosotros. Que vivamos para Él cada día.

Gracias por leer este blog.

Que Dios te bendiga y te mantenga fuerte en Él.

Jeremías 29:11 dice: “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza”. Dios conoce tu pasado, tu situación presente y tu futuro.

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